44. Escudo del Municipio de Río Cuarto - Provincia de Córdoba

El Municipio de Río Cuarto en época prehispánica estaba habitado escasamente por los trashumantes taluhet, y por los Comechingones. Los primeros españoles llegaron a la región en 1573, tras fundar la ciudad de Córdoba. Las tierras, buenas para el cultivo, fueron pobladas por ganaderos hasta que un siglo después todas las propiedades quedaron bajo el dominio del Convento de Santa Catalina. A partir de 1750 el convento decide fraccionar el enorme latifundio, arrendando primero y vendiendo después, a numerosos compradores. Este fenómeno llamado "La Primera Colonización del Río Cuarto", produce un acelerado desarrollo económico-social. En 1776, la región pasa a depender del Virreinato del Río de la Plata, y en consecuencia se reactivó el tráfico mercantil por los caminos que la cruzan. El comercio y las nuevas propiedades atraen a los aborígenes que habitan las pampas del sur como los araucanos y ranqueles, que comienzan el asedio sobre las estancias y caminos, arreando ganado y cautivando mujeres y niños. Para defenderse de estos ataques, los españoles estructuraron la frontera de Río Cuarto, formada por tres fuertes principales y varios fortines intermedios. El fuerte de Santa Catalina, al sudeste de la actual ciudad, y complementariamente, en 1782, en la casa de Agustín de Balmaceda, se levantó un fortín del que fue nombrado comandante. En 1784 asume el marqués de Sobremonte la gobernación-intendencia de Córdoba del Tucumán y ante los reiterados y graves daños que sufre la frontera del río Cuarto, adopta el criterio de reunir a los vecinos dispersos por los campos en población formal. El 11 de noviembre de 1786, después de reconocer personalmente el terreno, encontrándolo apto, ordena la formación de la Villa de la Concepción del Río Cuarto, comisionando para el reparto de solares al vecino Alberto Soria, a cuya vivienda hace trasladar del fortín anterior. Después de 1829 la ciudad de Río Cuarto fue uno de los teatros de la lucha entre los federales y unitarios, tal lucha posibilitó que arreciaran los malones aborígenes y el lugar quedara casi despoblado de gente criolla. A partir de 1880 se inicia el poblamiento masivo con inmigrantes procedentes principalmente de Italia y España que se establecieron como chacareros. En 1883 se modificó el régimen municipal, determinándose que el ejecutivo fuese desempeñado por un intendente electo, siendo el primero que ocupó esa función Moisés Irusta.

Municipalidad

(Fotografía de https://www.cordobaturismo.gov.ar/)

Por intermedio del Decreto N° 13.000 del Intendente Municipal de fecha 28 de noviembre de 1966 se aprobó lo actuado por la Comisión Ejecutiva que tuvo a su cargo la programación de los festejos del “Día de la Ciudad de Río Cuarto” y, consecuentemente, la resolución del jurado que intervino en la elección del mejor trabajo presentado al concurso para la confección de un escudo distintivo de la ciudad, en el deseo de satisfacer un postergado anhelo, considerando que la obtención de tal obra llenaría una necesidad anímica de la población de la ciudad de resultar representativa de su origen y tradición histórica. El llamado a concurso dio lugar al aporte de importantes obras de artes logradas por calificados artistas y entre los 37 concursantes fue ganador el escudo creado por Humberto Zárate, destacado artista plástico y uno de los dibujantes populares más caracterizados de la ciudad. 

Museo del Riel

(Fotografía de https://www.cordobaturismo.gov.ar/)

El escudo es de forma cuadrilonga con los ángulos inferiores redondeados, apuntado, cortado, timbrado. Trae en el primer cuartel sobre tapíz de azur un sol naciente de oro con siete rayos trapezoidales de lo mismo cargado con el perfil de edificios, iglesias y casas de sable y detrás delineadas de sable otros edificios modernos y fábricas a la siniestra con chimeneas humeantes. Trae en el segundo cuartel sobre tapiz de azur celeste en palo el tronco de fundación tradicional de su color raíces al aire con un edicto de plata lema toponímico de sable adosado a la siniestra del tercio superior. Debajo una cinta terciada en franja de azur celeste y plata, plegada dos veces sobre sí misma y terminada con flecos de oro, sobre una lanza tacuara de plata y banderola de gules a diestra y un sable de plata y empuñadura de su color a siniestra cruzados en sotuer por detrás de un quepis de gules y sable del que penden boleadoras de plata y forro de sable. En punta resaltado un escusón con forma de piel de toro de plata, filete de sable y extremos de oro, con un lema toponímico provincial de letras capitales romanas de sable. Como ornamentos trae: cartela que rodea el blasón a modo de bordura con la parte superior ensanchada al estilo inglés, de piedras sillares de plata (gris) disminuido de azur con un lema toponímico de letras romanas capitales de sable y a modo de timbre un anillo de sable y azur con lambrequines de soporte. A ambos lados del blasón y movientes de la punta un ramo de laurel estilizado foliados doble de lo mismo y frutados de azur, en ambos ángulos inferiores sendos anillos de su color.

Parque Sarmiento

(Fotografía de https://www.cordobaturismo.gov.ar/)

Según el Decreto Municipal, su composición formal es simétrica, solemne, estática, con predominio de la dimensión de verticalidad y la pirámide. Su encuadramiento, realizado en una armonía monocromática, en superficies y tonos distintos y neutralizados. Sus dos campos, pintados con colores complementarios absolutos integran el escudo. Su punto focal está ubicado en el centro y abajo, realizado en policromías donde un color casi puro hace vibrar los verdes grises de la composición. Su enlace, mediante un movimiento rítmico logrado sobre la base de un pardo rojizo puesto convencionalmente en los tres círculos, letras y rectángulo. Los blasones con la orla de laureles que simboliza el éxito, el triunfo, el progreso de la floreciente ciudad y el sol, en cuyo interior se insinúa la configuración de la catedral y de la municipalidad, representa a la ciudad con su avasalladora pujanza. El poste ubicado en el “Mogote” trasunta la implicancia axial y simbólica de los conquistadores al fundar una ciudad. La “Villa Heroica” empotrada en la parte superior del poste, es el exponente del canto de gloria a la población naciente. El Sable, el Kepí, las Boleadoras y la Lanza son los elementos representativos de los valores que dieron las bases de este pujante presente y el acervo glorioso que constituye nuestra propia historia.