El Municipio de La Granja se encuentra en el centro norte de la provincia, conectada por la RP E53 a 50 km de la capital. Tiene una población aproximada de 4.805 habitantes. Conformada por Las Vertientes de La Granja, Villa Ani Mí, Los Molles, La Granja propiamente dicha y Ascochinga, está surcada por los ríos Tiú Mayú y Carapé, zonas protegidas que convierten a la localidad como uno de los destinos más hermosos de las Sierras Chicas, destacándose por los espacios naturales que ofrece este rincón serrano: fauna y flora autóctona, aire puro, ríos cristalinos, noches frescas y tranquilas. Su principal fuente de ingresos es el turismo, contando con balnearios, hoteles, cámpines y cabañas. Existen en el pueblo un centro tecnológico de importancia, algunas escuelas y un cuartel de bomberos voluntarios. Tiene sus orígenes en la historia del Norte Cordobés, donde fue un asentamiento de tribus comechingones y parte de la Estancia Santa Catalina, utilizada por instituciones urbanas con mano de obra aborigen. Tras la expulsión de los jesuitas en 1767, las tierras pasaron a la Junta de Temporalidades y luego fueron enajenadas a familias prominentes. Francisco A. Díaz adquirió Santa Catalina, dividiéndola para sus descendientes, lo que incluyó La Granja, heredada por su hija María del Rosario Bravo Díaz. A partir de 1930, la estancia comenzó a lotearse, atrayendo compradores que construyeron casas de veraneo debido a su clima y naturaleza. Uno de los compradores, Roger Agst, un franco-alemán que llegó a hacerse cargo de la Cervecería y Maltería Córdoba, decidió invertir en La Granja. En 1937, presentó un proyecto para declararla “Meca del Turismo Moderno”, atrayendo a personajes históricos y fomentando su desarrollo turístico. Son atractivos: la Reserva Natural Municipal Tiú Mayú y la Capilla Nuestra Señora de Lourdes.
El escudo de La Granja fue creado el 14 de septiembre de 2009, mediante una propuesta de Héctor Tarulli.
Es es cuadrilongo apuntado. Cuartelado en cruz. La cruz que divide los campos es de plata, como la filiera. El primer y el cuarto campos son de gules, cargados con sendos caracteres capitales símil góticos, de plata: L en el primer campo y G en el cuarto. El segundo campo es de azur con un sol pleno a la diestra y un ave de sable picada de su color orientada a diestra. El tercer campo, de azur, está cargado con cuatro cerros de sinople y un río caudal de azur a sus pies, sobrevolados por cuatro aves de sable. Al timbre un sol naciente de oro con once rayos triangulares de su color. Debajo del todo una divisa de oro con los extremos plegados sobre sí mismos y terminados en ángulo, cargada con el nombre de la localidad en letras capitales de sable.
Las letras góticas L y G son las iniciales del nombre de la localidad; el sol representa el microclima reinante; el ave es representativa de su programa avistaje de aves; en el tercer campo se muestran el paisaje serrano y el río Ascochinga. Representa todo ello la idiosincrasia, la naturaleza y la integridad de la región.
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