El Partido de La Matanza tiene una presencia humana que data de hace aproximadamente 9.000 años; en esa época, la región era habitada por grandes mamíferos como gliptodontes y megaterios, los cuales eran cazados por grupos humanos nómades; la extinción de la megafauna obligó a los grupos humanos a adaptarse, desarrollando nuevas herramientas y técnicas de caza, pesca y recolección. Al momento de la llegada de los españoles en 1536, el territorio estaba habitado por los querandíes, carayhet o mbegua, siendo los primeros encuentros relativamente pacíficos. La ambición de los conquistadores llevó a enfrentamientos y maltratos, lo que obligó a los querandíes a abandonar el área de Buenos Aires en 1541. Con la segunda fundación de Buenos Aires en 1580, los españoles se vuelven a encontrar con los pueblos querandíes. Los primeros liderados por Juan Ruiz de Ocaña, enfrentaron y derrotaron a los aborígenes, sometiendo a la región. El río Matanza fue el núcleo de los primeros asentamientos en la región, dando origen al Pago de La Matanza. A lo largo del tiempo, este territorio fue delimitado, organizado administrativamente y se convirtió en una zona de frontera, con características geográficas y económicas propias. El 1 de enero de 1778 se designó alcalde a Juan Manuel de Echabarri, fecha considerada como la creación del partido. A pesar de ello se ha constituido como día del municipio el 29 de julio ya que corresponde a un documento de 1603 en el que se nombra al lugar como Matanzas, considerándolo fecha de su fundación. A lo largo del siglo XIX, experimentó diversos cambios en sus límites y organización interna. Su territorio se dividió en cuatro cuarteles, cada uno con sus propias características económicas y sociales. La región fue escenario de importantes acontecimientos políticos, como las luchas entre unitarios y federales, y albergó a figuras destacadas como Juan Manuel de Rosas y Juan Galo Lavalle. El 16 de octubre de 1854 se declara partido por decreto del gobernador de Buenos Aires, Pastor Obligado. Experimentó un crecimiento urbano acelerado a partir de principios del siglo XX, debido a la expansión de la Ciudad de Buenos Aires que llevó a la búsqueda de nuevas zonas habitacionales en los alrededores; la llegada masiva de inmigrantes europeos, que generó una gran demanda de viviendas y al desarrollo del transporte, con la construcción de ferrocarriles y la ampliación de las líneas de tranvía facilitando el acceso a nuevos terrenos y fomentaron el crecimiento de nuevas localidades.
La bandera matancera nace de un certamen escolar, realizado durante el año 2004, en el que participaron más de 200 instituciones educativas del distrito. De todas las presentaciones se escogieron, por medio de un notable jurado, diez modelos que fueron sometidos a un plebiscito de niños y jóvenes. Como resultado de esa votación, se consagró la bandera creada por Daniela Ayala y Carla Noemí Aquino, alumnas del Tercer año Segunda División de la Escuela Polimodal Rural Nº 52 de la localidad de Virrey del Pino.
Está conformada por un paño azul en homenaje al río Matanza, verdadera fuente de vida de la zona; el blanco inferior, inspirado en la Bandera Nacional, simboliza todo aquello que está por hacerse y que por lo tanto permanece impoluto, es la pureza de las sanas intenciones de los hombres y mujeres de bien. En el centro de la bandera, aparece un medio sol que, al igual que la bandera bonaerense, representa la fuerza y el poder. En el centro de la enseña, cual un vibrante corazón rojo se halla una estrella federal, y a ambos lados los laureles que con sus ramas verdes invocan la esperanza. Se conjugan así en esta bandera en clave simbólica: nuestra nacionalidad, la pertenencia al primer Estado Nacional y nuestra geografía local. Se sintetizan, además, el deseo de emprender acciones poderosas para enfrentar un futuro que todavía está por construirse a partir de la esperanza y de una firme convicción federal. Esta síntesis transformada en paño cobra aún mayor sentido y compromete a todos los matanceros con el futuro de esta región: "Porque todos, por acción o por omisión, hacemos historia".
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