El Municipio de La Quiaca está ubicado al norte de la provincia a 280 km de la capital provincial. Tiene una población aproximada de 14.000 habitantes. Se comunica a través de la RN 9, la RP 5, la RP 69 y Rp 67. Existe el ramal C del Ferrocarril General Belgrano que se conecta con el ramal occidental de los ferrocarriles bolivianos. El último tren de pasajeros llegó en diciembre de 1993 y el último de carga lo hizo en julio de 1994. Existen varias versiones sobre el origen del nombre, la más difundida establece que quiaca deriva del aimara quisca, que significa "piedra cortante"; otra versión sugiere que deriva de kiyaca, "hoja de maíz". La historia de La Quiaca se remonta a 1772, cuando Alonso Carrió de la Bandera estableció una posta en un área disputada entre Buenos Aires y Potosí. En 1883, se demarcó oficialmente el área para fundar el pueblo, aunque la primera escuela se inauguró en 1886. A principios del siglo XX, La Quiaca comenzó a consolidarse como población, impulsada por la construcción de una línea ferroviaria internacional que se concretó en 1907. En 1907, se promulgó la ley que creó oficialmente el pueblo, y en 1914 se estableció la primera Comisión Municipal. En 1945, se estableció el Escuadrón 21 de Gendarmería Nacional en la ciudad. Actualmente, La Quiaca es una ciudad fronteriza con características únicas, siendo la única del norte puneño con todos los servicios básicos, y un importante asentamiento urbano del noroeste argentino. Se encuentra ubicado dentro de la zona llamada Puna Seca, donde las condiciones climáticas son muy particulares y los cambios de temperatura son intensos. En general, el clima es semiárido frío, especialmente durante los meses de invierno. Su temperatura media anual es de 9.2°C, en verano de 12°C y en invierno de 4.6°C. Durante el día tiene lugar fuerte insolación y se registran amplitudes térmicas de hasta 30°C. En las noches se presentan fuertes descensos térmicos. La atmósfera es casi siempre límpida, favoreciendo los grandes cambios de temperatura. Las precipitaciones medias anuales son de aproximadamente 300 mm, produciéndose casi en su totalidad entre los meses de noviembre y marzo. La sequedad atmosférica es acentuada.
Por Ordenanza Nº06/2015 se declara como enseña oficial del Municipio de La Quiaca a la Bandera Nacional de la Libertad Civil. Surgió de un anteproyecto de ordenanza del concejal Miguel Tito quién requirió la preparación del mismo a Miguel Carrillo Bascary.
La bandera quiaqueña tiene su diseño, medidas, características y accesorios que se ajustan a las disposiciones que rigen para la Bandera Oficial de la Nación, para la “Bandera Nacional de la Libertad Civil” (Ley Nº 27.134) y para la bandera oficial de la provincia de Jujuy (Ley Nº 5772). Es un paño blanco que capta con exactitud las características del escudo que el general Belgrano mandó pintar a Juan Balceda y que se guarda en el "Salón de la Bandera" de la Casa de Gobierno de Jujuy. El modelo legalmente aprobado se debe al vexilólogo y diseñador Francisco Gregoric, quien tuvo la visión y la capacidad para cumplir cabalmente con la tarea encomendada al realizar el diseño digital. El escudo ocupa 8/10 del alto del paño, tiene el campo inferior de plata; pica, doblez y borla del gorro, borde interno de la elipsis; iris, rostro y rayos del sol de oro, el campo superior del escudo azur; brazos y manos de su color, gorro y lemnisco de gules, corona votiva de sinople, borde externo de la elipsis; delineado del sol; sus ojos, cejas, boca y fosas nasales; así como el delineado de la pica y bordes de la elipsis interna de sable; la nariz del sol de gris y el borde de los brazos y manos de color marrón. Solo cambia en la bandera de ceremonia utilizando su corbata para destacar circunstancias que expresan la identidad del pueblo como una comunidad organizada; en su brazo derecho, hacia su extremo inferior, a unos cuatro centímetros del comienzo de la guarnición dorada, se coloca un disco de madera de cardón de la Puna (Echinopsis atacamensis), de quince milímetros de espesor y seis centímetros de diámetro, sobre el que se pinta una chakana con los colores que se desee y cosido al paño con hebras de lana de camélido de diversas cromía, que se pasará por cuatro incisiones practicadas en el material. En el centro del espacio restante se bordará en letras doradas, de cinco centímetros de alto, con tipología libre, siempre que sea de caracteres sencillos y legibles “7 de noviembre de 1810”, aludiendo a la primera batalla del Ejército Argentino en la guerra de la Independencia (Batalla de Suipacha). El primer número será el más alejado del moño. Y en el otro brazo: en las mismas condiciones previstas en el apartado anterior, se fijará un disco de cerámica cocida, del material base y el color que se desee; sobre el que se pinta un perfil de llama (lama glama) en posición erguida o “pasante” (es decir en posición de “caminar”, con una de sus manos flexionada y las tres extremidades restantes afirmadas sobre el suelo); de perfil; mirando hacia su derecha (la izquierda del observador). Podrá dibujarse tanto con carga como al natural (sin ella). Por lo demás, el trazo y los colores a emplear surgirán de la creatividad del artista que la represente. En el espacio restante, se bordará, simétricamente y con iguales caracteres, la cifra “28 de febrero de 1907", recordando el año de promulgación de la Ley Nº 134, que estableció el pueblo de La Quiaca. La elección de estos materiales radica en su evidente identificación con la región geográfica, el paisaje natural y la cultura, propios del entorno donde se asienta La Quiaca. Tanto la madera de cardón de la Puna como la cerámica son materiales nobles que los pueblos originarios de la región han utilizado desde antiguo en múltiples manifestaciones. Esta pauta mantiene plena vigencia, aún en el siglo XXI.
Fundamentan la decisión de adoptar la Bandera Nacional de la Libertad Civil, que su diseño fue creado por el General Manuel Belgrano, quién la hizo bendecir y jurar en forma solemne el 25 de Mayo de 1813 y que inmediatamente la legó al Cabildo de Jujuy, como testimonio de reconocimiento por los valores y sacrificios comprometidos por la población de esta jurisdicción en la lucha por la Independencia nacional y que aunque La Quiaca no existía durante las luchas por la Emancipación, sus antecesores jugaron un papel crucial al combatir contra las expediciones realistas y brindar apoyo logístico a los ejércitos patriotas, participando en batallones bajo líderes como Belgrano, Güemes y tantos otros. Los habitantes actuales son herederos de ese legado de esfuerzo y resistencia. El libro "La Bandera Nacional de la Libertad Civil, su historia y su pueblo" menciona específicamente la importancia de estos pueblos en la región, destacando su contribución histórica. La Quiaca no solo tiene un pasado honorable, sino que también muestra un presente en desarrollo y un potencial significativo como vínculo entre Argentina y las regiones andinas. Los habitantes actuales son responsables de forjar un legado para el futuro, convirtiendo a La Quiaca en protagonista de su propio destino. La “Bandera Nacional de la Libertad Civil” representa el estado de derecho, la dignidad y los derechos de las personas, promoviendo la inclusión social y la participación en el gobierno municipal, tal como establece la Constitución Nacional.
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