El Municipio de La Maruja se encuentra al norte de la provincia, en su ejido además de su cabecera encontramos Colonia Lobocó e Ingeniero Foster, con una importante área rural. Tiene una superficie de 1.160 km² y una población aproximada de 1.500 habitantes. Fundada el 28 de octubre de 1928 por Modesto Caretto, es la localidad con fecha de fundación más joven de La Pampa. Su creación está vinculada al ramal del ferrocarril Metileo-Arizona y al primer tren que llegó antes de la fundación. Inicialmente, se intentó formar un pueblo llamado Villa Barale, ubicado a 1.300 m de la actual población, pero no prosperó. Los habitantes se trasladaron a La Maruja, cuyo nombre proviene de la esposa de uno de los propietarios de la firma Pradere Hermanos. La llegada de inmigrantes, principalmente españoles e italianos y de familias de San Luis impulsó el desarrollo de la zona, donde ya se practicaba la agropecuaria. La actividad principal fue la explotación del caldén, lo que originó varios aserraderos, aunque el declive de la industria maderera provocó un éxodo poblacional. El pueblo creció a partir de veinte manzanas y se organizaron instituciones como el Registro Civil, la policía, el Correo y el Juzgado de Paz. La estación de tren, instalada en 1927, también jugó un papel importante en el crecimiento de la localidad, corresponde al actual Ferrocarril Sarmiento pero no presta servicios de pasajeros desde principios de la década de 1990.
Tiene forma español de la segunda mitad del siglo XVIII modificado con campo único y timbrado. Tiene en campo único como tapiz cuatro rayos de azur alternados con cinco de azur celeste visibles desde el corazón a la perifería. Moviente del cantón diestro de la punta el mapa tridimensional de la provincia de su color cargado en la parte superior con un caldén foliado de sinople tronco y ramas de su color y un hacha de plata mango de su color y en la inferior una cabeza de vacuno orientada a la siniestra de plata y sable a su diestra una espiga de cereal de gules. Como timbre un lema toponímico en dos líneas de letras capitales romanas de sable. Debajo de la punta otro lema toponímico de lo mismo que el superior. Dos líneas paralelas a ambos lados siguen el contorno del blasón a modo de cartela con los lemas.
Las inscripciones superior e inferior destacan su condición de municipio y su pertenencia a la provincia y región. Los rayos de azul simbolizan el sol sobre el cielo celeste. El homenaje a la provincia con el mapa tridensional con el típico caldén y el hacha que permitió la subsistencia de los pioneros, la espiga de sorgo y la cabeza del bovino su riqueza agrícolo- ganadera.
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