El Municipio de Puerto San Julián tiene en su historia una serie de hechos inaugurales como el primer avistaje de europeos por parte de los nativos de la zona, el surgimiento del gentilicio patagón -del que se deriva el topónimo "Patagonia"-, o la primera misa católica oficiada en suelo argentino. En marzo de 1520 arribó a la costa sanjulianense una expedición española en busca de un paso hacia las islas de las Especias por el sur de América comandada por el navegante Fernando de Magallanes, con cinco naves, una de las cuales era la célebre nao Victoria, embarcación que culminaría su periplo siendo el primero en dar la vuelta al mundo. El nombre de la bahía le fue impuesto por Magallanes por haberla descubierto el día que el santoral católico conmemora a San Julián de Cesarea. Magallanes también mandó poner una cruz en la elevación más alta de la zona, un cerro de 285 metros de altura desde el que se divisa toda la bahía y al que bautizó Monte Cristo. Luego de un amotinamiento Magallanes y sus hombres prosiguieron su ruta hacia el estrecho que lleva el nombre del navegante. El primer precedente de una localidad con población europea data del año 1780, cuando a unos 10 kilómetros al noroeste del centro de la actual ciudad se fundó la colonia española llamada Floridablanca. Las ruinas de esta población están siendo exhumadas y forman parte de un museo perteneciente al municipio. La ciudad fue fundada el 17 de setiembre de 1901 y se ubica a sólo 3 km de la RN 3, varias líneas de ómnibus de larga distancia llegan a esta ciudad desde varios puntos del país. La geografía de la zona está constituida por rocas sedimentarias marinas del Terciario, coronada por rodados patagónicos, suaves colinas onduladas y acantilados sobre el mar, con alturas entre 15 y 70 m. Además las mareas alcanzan los nueve metros produciendo fuertes modificaciones del paisaje costero en unas pocas horas. La amplitud térmica es marcada a lo largo del año y permite veranos calurosos propicios para la playa e inviernos duros y con temperaturas bajo cero.
La bandera sanjulianense según la autora tiene los colores principales del escudo local de Puerto San Julián, simbolizando en amarillo los colores de la evangelización y los colores celeste y blanco que nos identifican como pueblo argentino. Además, la representación del mundo y sobre el mismo la ruta magallánica desde el viejo mundo hacia nuevos horizontes. El dibujo de la Nao Victoria, escoltada por gaviotas, y la cruz crisfiana, símbolo del oficio de la primera misa en suelo argentino. El sol naciente, símbolo del fulgor de una sociedad joven y pujante. Hacía el margen superior derecho la Cruz del Sur, que simboliza el rumbo que orientó a los navegantes que llegaron desde otras partes del mundo. El diseño típico de un quillango tehuelche, como símbolo de la cultura de nuestros pueblos originarios. Y, por último y en la parte inferior, la representación de nuestro mar.
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