El Municipio de Santa Ana tiene una superficie de 194,4 km² y una población aproximada de 8.250 habitantes. Se ubica ala sudoeste de la provincia sobre la intersección de la RN12 y la RP 103, a orillas del río Paraná. Integran el distrito la cabecera Santa Ana, los parajes Cerro Santa Ana, La Fortaleza, La Mina, Puerto Santa Ana y San Juan, además de las aldeas mbya de Lapacho, Santa Ana Miníy y Santa Ana Poty. Con casi 50 años de duración se realiza la Fiesta Provincial de la Rapadura, con elección de reina, actuación de bandas musicales finalizando con un gran baile popular. Los atractivos más importantes son: El Parque Temático de la Cruz que se encuentra sobre el cerro Santa Ana, a 360 m de altura sobre el nivel del mar. Se extiende en un predio de 57,5 hectáreas de puro monte nativo misionero, con saltos de agua, especies arbóreas autóctonas, aves, miradores naturales y atractivos particulares. Un espacio que conjuga naturaleza en estado puro con arquitectura en equilibrio perfecto, facilitando los accesos y recorridos a través de senderos y veredas. Las Ruinas Jesuíticas de Santa Ana, que fueron declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en el año 1984. La reducción jesuítica fue fundada en 1633 y abandonada cuando los jesuitas fueron expulsados de América en 1767. Se realizan visitas con guía turístico por turno, que organiza los grupos de acuerdo a la llegada de los visitantes, iniciando su recorrido en un museo, donde está expuesta una maqueta que muestra cómo era la reducción jesuítica, y también están en exposición distintos utensilios que fueron usados, para luego seguir por el predio explicando donde estaba ubicada cada una de las secciones, como la iglesia principal, la casa de los sacerdotes, la vivienda de los guaraníes y cómo era la división del trabajo. El Parque Federal Campo San Juan fue definida como Área Valiosa del Pastizal, resultando una muestra bien representativa de la ecorregión de los Campos y Malezales. Se observa la vegetación de la selva en galería que acompaña las riberas del río Paraná, y emergiendo se advierte uno de los elementos más característicos del área: la chimenea del Ingenio San Juan, cuyos restos yacen ruinosos y cubiertos por la masa verde selvática -o bajo las aguas del Paraná- tras la construcción del embalse de Yacyretá.
Ruinas jesuíticas
(Fotografía de https://misionesonline.net/)
El escudo de Santa Ana tiene forma de elipse, cortado, con filiera de sable y contrafiliera de plata, timbrado. Trae en el primer cuartel sobre tapiz de azur celeste en jefe dos bastones en sotuer, un arco en faja y una flecha en palo entrelazados y de sable. Sobre el eje divisorio de los dos cuarteles y a la siniestra, un sol naciente de oro, de trece rayos de longitud disímil, en forma de barras rígidas alternadas cortas y largas tras una montaña de azur. Trae en el segundo cuartel tapiz de sinople superior, sinople liviano en el centro y de azur celeste aclarado de plata inferior. Como timbre un lema toponímico en orla superior de letras capitales romanas de sable en dos líneas. En los flancos una caña de azúcar foliada de sinople por ocho a la diestra y un ramo de yerba mate foliado de sinople por ocho tronco de su color a la siniestra. Por lo bajo un lema toponímico de letras capitales romanas de sable. El todo sobre una cartela de pergamino de oro con rollos hacia adentro en los cuatro ángulos. Otra versión, modificada por el artista Jul Kant, no muestra la flecha, el cerro Peyurí está en sinoples degradée y el río Paraná en oro en alusión al estado actual del río que hace años dejó de ser un puerto y sirve para la extracción de arena. Las ramas de caña de azúcar y de tabaco tienen mayor cantidad de hojas: 11 y 12 en vez de 8 cada una. El tipo de letras de los lemas también se cambió. Esta modificación surge por la necesidad de adaptar el escudo realizado a trazo en papel en un concurso, cuyos datos de realizador y el año se han perdido. La municipalidad, en ocasión de auspiciar un curso de historia de Santa Ana, envió el escudo rústico, que fuera elaborado en programa de diseño moderno por el usuario que hoy la sube, y que lo dona al municipio.
Municipalidad
(Fotografía de Google Maps)
La Junta de Estudios Históricos de Misiones ha consignado que los bastones de los misioneros han sido signo también de la autoridad civil de Corregidores, Cabildantes y Caciques de los periodos Jesuítico (1609-1768), Hispánico (1768-1810) y Argentino (1810-1830), así como que el arco y la flecha fueron del indio, dueño del solar. Asimismo, que las dos ramas de yerba mate y caña de azúcar pertenecen a la planta, madre de la producción, de la industria y del trabajo, vital para su economía a través de todos los tiempos. La silueta del cerro Peyurí alumbrado por el sol recuerda el lugar de la fundación de la localidad, a sus pies la selva y la margen del río Paraná.
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