El Municipio de Winifreda se encuentra al norte de la provincia, a 40 km de la capital provincial, tiene una superficie de 1.700 km² y una población aproximada de 2.700 habitantes. Colonizado por inmigrantes alemanes, rusos e ingleses, se desarrolló en tierras conocidas como Luán Mapú que pertenecieron al cacique Pincén. El señor Drysdale tomó posesión de las tierras en 1886 y al fallecer, en el año 1893, los lotes 17 y 18, actual ejido, correspondieron por testamento a su hijo José Norman Drysdale. El nombre fue dado por su propietario en homenaje a una de sus hijas. Los primeros colonos enfrentaron muchas dificultades, especialmente la falta de agua y las duras condiciones climáticas. A pesar de estos desafíos, lograron establecer una próspera agricultura, especialmente de trigo, a medida que más inmigrantes llegaban en las primeras décadas del siglo XX. Winifreda se consolidó oficialmente el 3 de abril de 1915, con la llegada del ferrocarril, aunque algunos argumentan que su fundación ocurrió el 11 de marzo de 1916, cuando se trazó el pueblo. Denominado "El pago de la Chata Rusa", por el hormigueo de chatas que se producía en la zona a la llegada del tren, también por ser el único medio de transporte y de carga que tenían los primeros inmigrantes que poblaron la zona; una campiña prodigiosa en la producción de granos. El 3 de abril de 1927 se inauguró el edificio municipal.
El escudo winifredense fue creado por Juan Carlos Meyer y fue adoptado en el mes de agosto de 1986.
Tiene forma de elipse cortado. Tiene en el primer cuartel sobre tapiz de azur celeste en el corazón un sol naciente de oro con diecisiete rayos lineales de lo mismo. Tiene en el segundo cuartel sobre tapiz de oro en el centro un árbol desnudo de sable invadiendo el cuartel superior y una chata de perfil de sable junto a él y convergiendo en ese punto veintitrés surcos lineales de sable. En la punta cinco discos de su color y forro de sable con una letra W de sable. Como ornamentos tiene dos espigas de trigo a los lados del blasón de oro cruzadas por lo bajo y sostenidas por una cinta terciada en faja de azur celeste y plata en moño simple y extremos cortados en triángulos. El todo sobre una cartela superior de forma irregular semejante a un mapa de oro con una semilla de cereal a la siniestra.
Según el autor el significado es el siguiente: En el escudo se observan los límites de nuestra provincia y una semilla de girasol que señala la ubicación del pueblo de Winifreda. En el emblema se observan un caldén y una chata. El caldén con sus diez ramas nos remite al pasado, a una tierra anterior al poblamiento del hombre blanco: asimismo las ramas -símbolo de los dedos de la mano- son el esfuerzo de los pobladores y los rayos solares señalan el nacimiento de la comunidad sobre el territorio pampeano. Una chata con pescante es el recuerdo de los inmigrantes, pioneros, primitivos fundadores. En la parte inferior de la figura, las 23 líneas configuran los surcos del arado; cada uno de ellos corresponde a una provincia argentina. Se observa también un arado estilizado, con 5 discos, que representan a la nacionalidad de los inmigrantes que se arremolinaron en nuestra zona: alemanes, italianos, españoles, criollos y otras (árabes, sirio-libaneses). El enganche levantado de la herramienta de labranza sirve para dar forma a la doble ve, letra inicial del nombre de la localidad. El escudo se complementa con dos espigas de trigo, simbolizando la producción esencial de la zona y enlazadas con un moño con los colores patrios (de la bandera nacional).
No hay comentarios:
Publicar un comentario