El Municipio de Caá Catí se estableció con esa categoría por ley de octubre de 1878. A principios del siglo XVIII se impulsó el establecimiento de estancias en la campaña, facilitando la ocupación del territorio y la fundación de futuros centros urbanos intensificando la actividad ganadera que llevó a la fundación de pueblos españoles hacia el sudeste hasta las márgenes del río Santa Lucía. Las incursiones de indígenas de las misiones jesuíticas, habían impedido el asentamiento poblacional. En 1707, el Cabildo de Corrientes estableció un fortín en las Lagunas Saladas, con un destacamento en Caá Catí, para proteger la zona. Esto incrementó la presencia militar y brindó mayor seguridad, lo que facilitó el establecimiento de habitantes, principalmente hacendados cerca del fortín. A principios del siglo XIX, la parroquia y comandancia de Caá Catí era un pequeño núcleo urbano sin una planificación clara. El Teniente Coronel y Comandante Militar, León Esquivel, realizó la primera medición del territorio. En septiembre de 1822, se encomendó a Pedro Ferré, alcalde de segundo voto, la tarea de delinear y medir el pueblo. En octubre de 1824 se aprobó el deslinde final del pueblo, con veinticinco manzanas orientadas hacia la plaza principal. A partir de 1830, el gobierno provincial distribuyó tierras para construcción y cultivo, así como inmuebles para los necesitados. Durante el gobierno de Juan Gregorio Pujol, el Congreso elevó Caá Catí a la categoría de villa en 1852 y posteriormente a ciudad en 1856, debido a su extensión territorial, población, potencial agrícola y ganadero, así como su antigüedad como pueblo en la provincia. Posteriormente la ciudad se vio favorecida por el decreto de 1.855 por el que se creaban juntas municipales en todas las ciudades, pueblos o cabeceras de departamentos. Tanto el Museo Juan Carlos Gordiola Niella, como el viejo almacén de Ramos Generales “El Asturiano” y el Museo David Martínez, aportan conocimientos sobre la historia de la localidad en varios aspectos.
El sol representado con el color amarillo (Pantone 116 C) es el astro más importante que transmite luz, vital para la vida del ser humano y todo ser vivo, es energía pura, es fuerza para la vida; posee 7 rayos, representando al día en que se celebran la Fiesta Patronal de la ciudad, 7 de octubre en homenaje a la Virgen Nuestra Sra. Del Rosario de Caá Catí y la fecha en que se funda el lugar, 7 de abril de 1707; el rayo del centro con su forma de lanza, sutilmente más larga que el resto, nos remite a nuestros antepasados, a la abnegación, sacrificio y fortaleza de los primeros pobladores de esta tierra. La garza de color blanco, con su vuelo apacible, sereno pero firme en dirección al sol, representa la tenacidad del caacatieño puesta en cada amanecer para forjar un futuro mejor propio, y el de sus hijos; la garza es símbolo de paciencia para lograr objetivos a veces utópicos, recuerda la identidad puesta en el Escudo Oficial de la Ciudad de Caá Catí; el ala visible poseerá siempre nueve plumas, como símbolo del mes de la primavera y el significado importante para Caá Cati por los eventos relacionados con el mes y sensación de tranquilidad, equilibrio, vida, serenidad, armonía, crecimiento. El verde (Pantone 354 C) más que un color representa la naturaleza ya que en ella podemos encontrar gran variedad de flora y fauna, el color verde también adquiere un significado de tranquilidad, armonía, paz, entre otras sensaciones que percibe el que visita Caa Cati, por lo que también se le asocia con la vida, es decir con todo organismo que puede crecer y desarrollarse. Este color promueve el cuidado del medio ambiente; verde, símbolo de la juventud y fertilidad por ser color predominante durante la primavera. El color celeste transmite energía positiva, arraigo a lo tradicional, sobre todo porque se relaciona con la espiritualidad y la divinidad, alimenta las creencias y la fe, simboliza la inocencia y la virginidad, lo cual lo convierte en un color lleno de pureza, apegado a la paz y la buena voluntad; color representativo de los paisanos dejando plasmado en su vestimenta y en las paredes de los hogares; las tres ondulaciones representan a las lagunas, esteros y bañados, adquiriendo el agua un valor social, cultural y turístico irreemplazable. El color azul simboliza la noche y su fantasía, todos los sentimientos que van más allá de la simple pasión y que permanecen en el tiempo, los recuerdos de fiestas en familia de eternas noches estrelladas; es el color de la confianza, la simpatía, el amor y la fidelidad de un amigo, representa la esperanza un futuro mejor; el azul es el color de lo divino, del cielo, ya que se asocia a este con él, el cual, aunque no tiene ningún color, se percibe azulado; debido a este detalle también se lo asocia con lo eterno, ya que las cosas que nos parecen más infinitas y grandes (el mar y el cielo) las vemos de este color.
No hay comentarios:
Publicar un comentario